Luces LED de color ámbar – Luz sin UV para la máxima seguridad en los procesos

Luz sin UV en la industria

Dondequiera que los materiales reaccionen de manera sensible a la radiación ultravioleta, la luz sin UV proporciona la estabilidad y seguridad necesarias. Gracias a la longitud de onda precisamente ajustada de aprox. 590 nm, los LEDs de ámbar evitan reacciones fotoquímicas como:

  • curado prematuro de sistemas adhesivos o de barniz,
  • amarilleo de plásticos fotosensibles,
  • envejecimiento o fragilización de materiales,
  • interferencias en procesos de inspección óptica.

El resultado: máxima seguridad en el proceso, calidad reproducible e iluminación homogénea constante sin componentes UV.

Tecnología LED eficiente para filtros de luz sin UV

A diferencia de los sistemas clásicos de luz ámbar con filtros de color, los modernos LEDs de ámbar generan la luz amarilla directamente mediante chips LED desarrollados con precisión. Esto ahorra energía, reduce el desarrollo de calor y elimina la necesidad de mantenimiento por el cambio de filtros.

Ventajas de un vistazo:

  • alta eficiencia energética y rendimiento luminoso,
  • temperatura de color estable durante toda la vida útil,
  • larga duración de hasta 50.000 horas,

Nuestros sistemas LED sin UV se pueden integrar de manera fluida en máquinas, salas limpias o entornos de prueba, todo sin tecnología de filtro adicional.

Áreas de aplicación típicas en resumen

Las aplicaciones de la iluminación sin UV son variadas. Donde se requiera precisión, protección de materiales y limpieza, la luz ámbar revela sus ventajas:

  • Fabricación de electrónica: Montaje de placas de circuito, procesos de soldadura y sistemas de inspección
  • Procesos de impresión y lacado: Evitar el curado prematuro de tintas o barnices
  • Aplicaciones de laboratorio y salas limpias: Entorno de luz constante y con pocas partículas para trabajos de precisión
  • Tecnología médica: Procesamiento de materiales y plásticos fotosensibles
  • Aseguramiento de calidad y técnica de prueba: Luz sin UV para procedimientos de inspección óptica y sistemas de cámaras

Gracias a la distribución uniforme de la luz y la reproducción precisa del color, los procesos pueden llevarse a cabo de forma segura y confiable incluso en entornos de producción sensibles.

Ventajas técnicas de nuestros sistemas LED de ámbar

  • Longitud de onda: aprox. 590 nm (sin UV)
  • Duración de vida: hasta 50.000 horas
  • Eficiencia energética: hasta un 70% de ahorro de energía en comparación con sistemas convencionales
  • Tensión de funcionamiento: 24 V o tensión de red según el modelo
  • Alta protección IP67

Por ello, nuestros sistemas son adecuados tanto para el uso estacionario como para la construcción de máquinas e instalaciones. Todos los productos se fabrican con tecnología LED de alta calidad y disipación de calor optimizada, para asegurar la máxima vida útil y estabilidad del color.

Soluciones personalizadas con LEDs de 590 nm

Además de nuestro surtido estándar, desarrollamos soluciones de luz ámbar personalizadas, perfectamente adaptadas a sus condiciones de producción. Esto incluye:

  • formas y dimensiones de luminarias a medida,
  • intensidades de luz y ángulos de haz ajustables,
  • integración en máquinas o estaciones de prueba existentes,

Nuestros expertos le apoyan desde la planificación hasta la puesta en marcha, para realizar una solución de iluminación sin UV óptima para su aplicación.

Encuentre la iluminación sin UV adecuada

¿Busca una iluminación sin UV confiable para su línea de producción, laboratorio o entorno de prueba? Ofrecemos tanto luminarias de luz ámbar para la industria listas para usar como soluciones personalizadas con LEDs de 590 nm. Todo ajustado a sus requisitos técnicos.

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FAQ - Preguntas frecuentes

La iluminación sin UV describe fuentes de luz que emiten ninguna o solo cantidades insignificantes de radiación ultravioleta. Esto protege materiales, superficies y tejidos biológicos de daños causados por UV.

La radiación UV es rica en energía y puede desencadenar reacciones químicas indeseadas, como el curado, amarilleo o envejecimiento de materiales. Además, puede dañar la piel y los ojos. Por ello, en procesos sensibles se prefiere la luz sin UV.

La luz filtrada se produce cuando las partes UV se eliminan mediante filtros ópticos. En cambio, la luz sin UV es generada por la propia fuente de luz de forma que no se produzca radiación UV, como por medio de tecnología LED especial.

La luz sin UV protege materiales y procesos de fabricación, asegura una calidad constante y reduce desperdicios. También mejora la seguridad en el trabajo y prolonga la vida útil de componentes sensibles.

Principalmente en la fabricación de electrónica, industrias de impresión y lacado, tecnología médica, aplicaciones de laboratorio y salas limpias, así como en el aseguramiento de la calidad. Dondequiera que la radiación UV pueda provocar alteraciones en los materiales.

Sí, dado que la luz sin UV no contiene radiación ultravioleta, no afecta la piel y reduce el riesgo de irritaciones o daños oculares a largo plazo. Es especialmente adecuada para entornos de trabajo sensibles.

Dependiendo de la aplicación, se emplean tubos fluorescentes especiales o módulos LED que emiten exclusivamente luz visible. Las LEDs son especialmente eficientes, con chips desarrollados específicamente para longitudes de onda como 590 nm.

En principio, sí, siempre que las fuentes de luz adicionales no emitan componentes UV. En áreas sensibles como laboratorios o salas limpias, generalmente solo se utiliza luz sin UV para evitar contaminaciones o reacciones.

Fabricantes serios indican la proporción de UV o los rangos de longitud de onda de sus luminarias. En fuentes de luz verdaderamente sin UV, el rango emitido está completamente por encima de 400 nm, es decir, en el espectro visible. Las mediciones se pueden verificar con espectrómetros.

En entornos de trabajo contribuye a un confort visual agradable con luz sin UV y sin parpadeos. Reduce la fatiga y deslumbra menos, ya que no están presentes en exceso áreas de energía alta como UV o luz azul.

Sí, diversas normas como DIN EN 62471 (Seguridad fotobiológica de lámparas y sistemas de lámparas) o ISO 15858 (Requisitos de seguridad para aplicaciones UV) establecen límites y estándares de seguridad. Para sistemas sin UV, suelen considerarse automáticamente cumplidos.

La luz azul está en el rango visible (aprox. 450–495 nm) y es visible para el ojo humano, a diferencia de la UV. La iluminación sin UV excluye las áreas UV, pero puede contener pequeñas cantidades de azul según la aplicación, siempre que no sean perjudiciales.

En ciertos casos, sí, por ejemplo, cuando las plantas o microorganismos son sensibles a la radiación UV. La luz sin UV permite una iluminación controlada sin dañar el crecimiento o el ADN.