Deben ser lo más brillantes posible, lisos e impecables. Se tienen las expectativas más altas para los revestimientos de automóviles. La iluminación especial para el control de superficies permite una inspección minuciosa para determinar si la pintura está libre de defectos. Con una tecnología especial se pueden simular diferentes situaciones de luz exterior, haciendo visibles incluso los errores de pintura más pequeños, como inclusiones, formación de nubes, diferencias de tono. La clave en la iluminación para el control de superficies es una combinación de luces LED modernas con temperatura de color blanca fría y blanca cálida, que se pueden atenuar individualmente.
Para hacer visibles los hologramas, los velos de pulido o las áreas mates, se requiere una alta densidad luminosa puntual, que simula una radiación solar extremadamente intensa. Esto se logra mediante LEDs de alta potencia que se agrupan y dirigen con una óptica de haz estrecho. Así se genera una alta intensidad luminosa en la superficie de la pintura. Para reconocer bien los defectos en la superficie de la carrocería, se necesitan reflexiones en la superficie. La iluminación moderna para el control de superficies forma una luz de rayas que presenta un alto contraste entre claro y oscuro. Las rayas se desvían en las áreas dañadas. De esta manera, es posible reconocer defectos en la pintura o en la chapa.